Galipán

Doscientos Años de Armonía con la Naturaleza

Filibusteros, campesinos, magos y poetas vienen cobijandose en el “ Guaraira Repano”, la montaña sagrada, a decir de los moradores originarios de la zona. El Avila y sus inquilinos permanecen juntos como ejemplo de una sana y feliz convivencia para el resto de la humanidad.

** Pepe Mijares


Raices

La Montaña que Ve al Mar

El Reino

Las Leyes Dimensionales

La Esfera Consciente de la Vida


Desde la cima del picacho de Galipán, dos hombres observan la montaña. Uno se arraigó hace generaciones allì. Desde entonces, el Avila es su territorio y Galipán su hogar. El otro, visitante asiduo de esos parajes fue seducido hace mucho por la naturaleza hasta convertirse en uno de sus más fogosos defensores.

Ambos miran desde las alturas el fruto de una labor sostenida que la montaña retribuye con su presencia oxigenante y la fertilidad de su tierra. Los moradores de la montaña han crecido protegiendo y preservando su vitalidad. Desde que llegaron las primeras migraciones procedentes de las islas canarias para establecerse en el Avila hasta hoy, los hijos de éstos hombres han sembrado flores, las mismas flores que garantizan la conservación, belleza y armonía en la montaña. El lirio asegura la fortaleza y fertilidad de la tierra. La Cala contiene y absorve las aguas negras. Ambas, son muy estimadas entre los galipaneros quienes las aprovechan para mantener el equilibrio de la naturaleza y asegurar su habitat.Y ese nexo íntimo que une a los galipaneros con la montaña se fue consolidando desde el arribo de los primeros advenedizos.


Raices

A finales del siglo XVI Amyas Preston, filibustero ingles, atravezó la zona junto con sus camaradas luego de saquear e incendiar el puerto de la Guaira. Para su sorpresa un anciano, abuelo de aquellos canarios que se asentaron en Galipán le hizo frente. Antonio Andrea de Ledezma como se llamaba cayó abatido por los piratas. Fue la primera y la última vez que Preston rindió su admiración a un enemigo antes de morir.

La muerte de Ledezma no amilanó a sus sucesores, quienes fueron tras las huellas de Preston a radicarse en el Avila

Desde entonces la comunidad campesina de Galipán formada por San Francisco, San Isidro, Manzanares, San Antonio; San José y Dolores comienza a constituirse. Es en 1778 cuando Agustín Cramé registra la llegada de los primeros residentes al Guaraira Repano ( Montaña Sagrada) como fue llamada originalmente el Avila por sus antiguos moradores, los Caracaras(inquilinos originales del valle de Caracas)

Con el tiempo, la montaña ha sido testigo de las modificaciones que el orden humano reprodujo por sus flancos y laderas. Lugares donde el cultivo tradicional está integrado por plantaciones de flores, fresas, frambuesas, duraznos, manzanas y hacia la parte costera, frutos propios de esa zona: cambures, naranjas, citricos y verduras de todo tipo.

Todos los viajeros que se desplazaban desde la Guaira hacia Caracas a través de la montaña podían constatar la prodigalidad de su tierra, aparte del majestuoso escenario natural expuesto ante sus ojos. Por eso la montaña como eje entre el mar y Caracas todavía continua despertando la fascinación de quienes por allí han pasado


La Montaña que Ve el Mar

Con miras de escribir un libro sobre el litoral, el poeta Adriano González León no pudo escapar de la síngular atracción que Galipán y particularmente su cercanía con el mar ejerció sobre él. El Picacho le sirvió de observatorio para establecer una evocátiva relación.

“La proximidad del mar le presta una especial elocuencia a ese sitio de Galipán. El contraste entre la gran lejanía y el picacho que está detrás hacen un centro fundamental de radiaciones. Es quizas por eso que uno además de captar el mensaje elemental de la naturaleza, capta también ciertos mensajes secretos. Hay un punto en el que uno puede contemplar al mismo tiempo todo el horizonte, comprobar en verdad algo que desde la Escuela se lo dijeron a uno que la tierra era redonda y comprobar además que la tierra puede irse hacia los cielos cuando uno voltea. Entonces hay en verdad una suerte de imantación, de sitio preciso en determinado momento, donde el sol se convierte en una verdadera fuente de la vida”

Piensa el poeta Adriano González León que visto el Avila hacia el lado del mar guarda secretos más misteriosos y profundos que los que depararía hacia el flanco de Caracas.

“Por el lado de la ciudad la montaña es sumamente coqueta, cambia de traje como siete veces y tiene una representación casi animal en sus alturas y depresiones, un poco como lo han captado los pintores que se han ocupado del Avila.

Por el otro lado, uno siente una representación misteriosa. No en balde, por allí vivió el Dr Knoche, quien se dedicó a momificar a su familia, hay viviendas campesinas de gente solitaria y son los lugares que caen a veces a pico escalonado y quizás por eso fue el refugio de Reverón "

La fusión de la luz y a montaña según el escritor crea un particular problema de retina, razón ésta que motivó al pintor a refugiarse por aquellas latitudes. La inmersión en el blanco representa para el poeta una anulación el ser en los paisajes de Reverón y de integración total a la naturaleza. El interés exacerbado del pintor por el blanco es a juicio de Adriano González León “ la relación que mar y montaña crean en una nueva posibilidad cromática”

Pero, no sólo es la luz la atrae fundamentalmente la atención del escritor, está también la motivación de los hombres que eligen un recodo especial de la naturaleza, en este caso, la montaña como su ombligo o el centro del universo.


El Reino

“ Mis amigos exageran su espíritu son demasiado más creyentes que yo, exageran un poco, cuando consideran que ese lugar es el centro del mundo. Pero si estudiamos las cosas en relación con lo que cada hombre tenga con respecto a la naturaleza y a los síbolos que pueda observar, cada quien puede tener su centro en el mundo”

Los amigos a quienes se refiere el escritor Adriano González León son Mauricio Odreman, colega de aquel, escritor del libro Los Cantos del Crepúsculoinspirado en la montaña y Zoez principal propiciador de una personal cosmogonía que tiene su asidero en el Picacho de Galipán

Constelaciones, estrellas, planetas y satélites componen la galería nominal de la familia de Vestalia y Gonzálo cuyo hijo mayor tiene el hijo de su padre, aunque su identidad profunda se atiene a otro orden. Zoez es su nombre espíritual y su misión hacer de la montaña un foco de generación e irradiación espiritual para la humanidad. Sus hijos Júpiter, Marte, Venus, Luna y su esposa Sol, viven con él en el Reino como es conocido el lugar, donde en opinión de los advenedizos es posible entrar pero cuesta salir.

Y la voluntad se resiste en vista del estrecho vínculo que existe allí con todos los aspectos de la vida, visibles e invisibles.

De acuerdo con Zoez para el año 1948, fecha en que se inició la nueva era ( era de acuario) hubo un traslado de energía desde los Himalayas en Tibet hacia la Cordillera de los Andes, teniendo el Picacho de Galipán como receptor y generador de esa nergía. Desde entonces sostiene Zoez el lugar está simbolizado como sede de la nueva tierra sagrada.

Sin embargo, fenomenos tan extraños como el descrito que ameritan algún día ser demostrados por la ciencia, sirven de marco para la concepción de una filosofía inspirada en el esoterismo universal y en una ética elaborada sobre valores absolutos y universales.


Las Leyes Dimensionales

“ Es ahora cuando le toca a Latinoamérica y en especial a Venezuela como país elegido, continuar la evolución del ser humano a niveles nunca antes experimentados, niveles iniciados por nuestro libertador Simón Bolivar, quien pudo formar ejércitos de libertadores a través de hechos trascendentes como la Campaña Admirable y la emancipación de cinco paises hermanos.”

“En muchos años que vengo investigándome, conociédome y encontrándome como ser pensante de este planeta, he elaborado un manual de conducta del ser humano; aunque la ignorancia masificada con su tendencia a desvalorizar todo intento de cambio en el pensamiento del hombre, trate de asociarlo con sectas, religiones o partidos políticos para limitar su acción. Pero sucede que a través de tiempo, siempre ha existido desde que el hombre intentó alejarse del simio y se bajó de los árboles un manual de conducta que ahora yo llamó las Las Leyes Dimensionales

Zoez afirma que tales leyes están organizadas de acuerdo a un plan que se inicia con la facultad inherente de todo ser humano de elegir su propio camino, advertir como se desenvuelve su consciencia y en esa medida, conseguir encajar dentro del plan evolutivo universal.


La Esfera consciente de la Vida

Ya lo decía Miguel Angel Asturias en Los Hombres de Maiz que hasta la naturaleza inanimada tenía vida. Así hablaba de los "barrancos que respiran" como parte de la semblanza mítica que realiza el escritor guatemalteco sobre el popol Vu, la Biblia del pueblo Maya. Y ocurre también en la montaña esta suerte de encantamiento de la naturaleza. Circunscrito por esta misteriosa atmósfera se desenvuelve el hombre del Avila, el galipanero, a quien se le atribuye una historia de doscientos años de convivencia armoniosa con la naturaleza y el derecho conquistado a formar parte como la“esfera consciente de la vida”

Free Web Hosting