La Muerte del Principe de los
Conspiradores

La salud de Miranda, seriamente
debilitada precipitó su muerte con un
derrame cerebral,
el catorce de julio de mil ochocientos quince,
aniversario de la toma de la Bastilla, veintitres
años después. Miranda se esforzó por la liberación
de hispanoamérica y no de una parte aislada.
Consideraba que la causa de la independencia
era común para todas las colonias y vendría
como consecuencia de una evolución en
todo el continente. La vida, sin embargo, no
justificó sus esperanzas.
“ El Príncipe de los Conspiradores”
nació en la colonia y su vida se desenvolvió
en la metrópoli; la cordura y la razón
no lo abandonaron nunca, ni aun en los trances
más díficiles. Un sólo
fin fue siempre su obsección: independizar
el continente colombiano, como lo llamó.
En Miranda se conjugó la audacia, la
tenacidad y la inteligencia, Y aunque el propósito
al que sirvió toda su vida fue noble,
los resultados, fatalmente nunca lo favorecieron.
Francisco de Miranda alcanzó la estatura
de su sueño. Vivió y murió
por él.

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